



1937
-
2023

Querido padre, tú me querias ver crecer y yo mirarte envejecer, tu te has ido al cielo que es un lugar mágico en el que sé que estás bien y yo me he quedado aquí con los pies en la tierra derramando una lágrima tras otra por tu ausencia que me ha dejado un gran vacío que me oprime el pecho.
Pero tú me enseñaste que en la vida hay que ser fuerte, me lo decías una y otra vez: "la vida no es fácil" y gracias a tu ejemplo y tus valores he decidido sacar pecho y celebrar este día, tal vez no como hacíamos cuando estabas aquí, pero sí sintiéndome un poco más cerca de ti.
Por eso es que te he escrito esta carta, para decirte que te quiero como el primer día, que aún siento el tacto de tu mano sobre la mía, que recuerdo como si fuera ayer cuando me leías el cuento de buenas noches. Te escribo esta carta porque aunque te di muchas veces las gracias todavía me siguen pareciendo pocas.
Gracias, querido papá, por todo lo que hiciste por mí cuando estabas en vida, por tu apoyo y cariño incondicional, por curarme las heridas cuando me tropezaba, por taparme con el paraguas en los días de lluvia. Pero gracias sobre todo por haberme dado la vida, por haberme permitido disfrutar de tu compañía el tiempo que la vida nos ha dejado y por hacerme creer en mí mismo.
Llegará el día en el que el destino nos vuelva a unir, mientras tanto ¿querrás hacer esto por mí? Coloca una estrella brillante en el firmamento, cada vez que la vea sabré que eres tú guiando mi camino.
Con amor infinito, tu hijo que te ama, si vez a mi madre le dices lo mucho que cambie y gracias a ti y a sus oraciones, le dices a dios que me deje un asiento disponible para poder estar feliz en el reino de dios.